
18 Mar Sensores para alargar la vida de frutas y hortalizas

Muchas frutas, hortalizas y vegetales se descomponen durante su transporte, en parte porque los sensores de etileno son demasiado grandes y caros.
Conforme las frutas y verduras van madurando, se libera etileno en forma gaseosa. El etileno (también conocido como eterno) es una hormona natural de las plantas que se usa habitualmente para forzar la maduración de las frutos. Durante la fase de transporte a los mercados finales, muchas flores, frutas y hortalizas se descomponen, en parte porque los sensores de etileno que existen en el mercado son demasiado grandes y caros. Existe potencial de mercado para desarrollar sensores medidores de las concentraciones etileno mucho más pequeños y baratos que se puedan ubicar dentro de los contenedores en los que se transportan estos productos perecederos.
El químico Tom van Eijkman (Universidad de Leiden), en el marco del proyecto de investigación NanoNextNL para el monitoreo y evaluación de alimentos y en colaboración con el Centro de Investigación Wageningen UR (Wageningen, Países Bajos) y las firmas Nanosens y EMS ha descubierto que las propiedades químicas de ciertos compuestos de cobre (sensibilidad al aire, punto de fusión, solubilidad y maleabilidad) se modifican cuando entran en contacto con el etileno. Su investigación también ha demostrado que cuando esos compuestos se colocan sobre sensores de grafeno, se puede medir de forma fácil las concentraciones de etileno y etanol en el aire. Cuando estos compuestos de cobre se adhieren al grafeno, se vuelven extremadamente reactivos a los gases que hay en el aire.
El siguiente paso de la investigación ha sido colocar las compuestos de cobre en un chip e insertarlos en los sensores que ya hay en el mercado. De esta manera, se ha conseguido tener sensores de etileno a un precio mucho más barato que los que el mercado ofrecía hasta ahora.
Fuente: Universidad de Leiden